Prevención de Lesiones por pirotecnia

Estimada comunidad educativa:

Prevención de lesiones no intencionales por pirotecnia en niños y adolescentes:

Tradicionalmente nuestro país festeja Navidad, Año Nuevo y otros acontecimientos privados, con el uso familiar de diversos artefactos de pirotecnia.

Además, se los utiliza, como en todo el mundo, en forma institucional en eventos cívicos, deportivos y artísticos.

Se denomina artefacto pirotécnico: a todo aquel destinado a producir efectos visibles, audibles o mecánicos, mediante la utilización de procesos de combustión o explosión. Todos estos compuestos tienen su acción en una descomposición química, que al ser encendidos por el fuego, fricción, conmoción, percusión, detonación o explosión ocasiona reproducción de gases capaces de producir sonidos y/o fuego.

Es recomendable no utilizar pirotecnia clandestina, pero no es suficiente. No existe pirotecnia segura ni de bajo riesgo. Todas pueden producir lesiones.

La primera y más importante obligación común a todos los comerciantes, consumidores o controladores, es la de verificar que los productos incluyan en su etiqueta la mención: autorizado por la Dirección General de Fabricaciones Militares ley 20429, con el número de inscripción del producto y del fabricante. De lo contrario son clandestinos y aún más peligrosos.

Se ha investigado que 3 a 10 personas cada 100.000 habitantes se lesionan por pirotecnia en cada festividad de fin de año.

Al menos 1000 – 1500 personas de diferentes edades pero sobre todo niños deben ser asistidas anualmente en instituciones de salud por lesiones por pirotecnia. Generalmente el 10% requiere internación por la gravedad de las lesiones.

Los niños representan una parte desproporcionadamente elevada de lesionados por pirotecnia ya que constituyen el 65% de las víctimas. El grupo de 10 a 15 años es el más afectado

Son verdaderas “armas” de divertimento casero de niños y adultos.

Tanto niños como adultos carecen de los conocimientos y las prácticas adecuadas para su utilización.

Todos los elementos de pirotecnia son peligrosos y riesgosos porque son capaces de generar accidentes a personas, animales y bienes que se encuentren cerca así como también afectar el medio ambiente.
Los niños como usuarios no pueden entender el peligro y carecen de capacidad de reacción necesaria para eludir el riesgo de incendio o explosión, y actuar adecuadamente en caso de emergencia. También influye la creencia que la pirotecnia es un juego, y la irresponsabilidad de los adultos en permitir su manipulación, o su incapacidad de proteger a niños espectadores cuando lo utilizan.

En todas las edades, 3 de cada 4 lesionados son varones. El 25 al 50% de los lesionados son solo espectadores u observadores. En menores de 5 años la proporción de niños y niñas lesionados en forma pasiva es aún mayor 70 a 80%. Hay espectadores con lesiones graves hasta una distancia de 30 metros del origen del artefacto. Los niños se pueden lesionar con artefactos pirotécnicos aunque sean supervisados por adultos. No alcanza con no permitir el uso de pirotecnia a los niños, estos se lesionan solo como meros observadores.

Las lesiones que se pueden producir son por acción térmica directa ( llamas, chispas, partículas calientes), por fuego de un incendio iniciado por el artefacto, explosión excesiva, elementos cortantes, o restos del contenedor o de elementos que se usan como sostén o caja de resonancia ( ej. botellas ).

Todo tipo de artefacto pirotécnico puede producir lesiones: petardos, bengalas, fuegos de artificio, ninguno es inofensivo, aún las estrellitas pueden provocar incendios o lesionar los ojos.

Las estadísticas establecen que el 40% de las lesiones son en la cabeza, siendo el ojo el lugar afectado en el 30% de estos. En miembros superiores: las manos y dedos son afectados en un 20 – 40% y el resto de las lesiones se producen en miembros inferiores ( algunos en los pies, por pisar los artefactos ), también en menor proporción 10% en el cuerpo y genitales por llevarlos en los bolsillos.

Las lesiones en los ojos en su mayoría son leves y temporales, pero algunas son severas y pueden provocar la pérdida del ojo en alrededor del 2 – 4 % de los casos y pérdida de la visión en el 15 -20% de las lesiones oculares. Las lesiones del ojo pueden ser: quemaduras, laceraciones o abrasión en conjuntiva, córnea o párpados, también lesiones penetrantes y cuerpos extraños.

El oído puede sufrir trauma acústico por pirotecnia ya que las detonaciones de los petardos alcanzan hasta 190 decibeles, superior a los 85 decibeles ( límite aceptable en materia de salud sonora ). Se pueden sentir zumbidos o silbidos luego de las detonaciones y si bien luego disminuyen su intensidad, pueden no desaparecer totalmente durante varios días.

Siempre los artefactos clandestinos producen lesiones más severas que los que responden a normativas legales del Departamento de Armas y Explosivos de la Dirección General de Fabricaciones Militares.

Por lo tanto no se debe:

· Permitir utilizar pirotecnia a niños aún bajo la supervisión de adultos.

· Transportar estos artefactos en los bolsillos.

· Hacer estallar pirotecnia en recipientes metálicos o de vidrio.

· Utilizar pirotecnia clandestina, defectuosa, dañada, o adquirida en la vía pública, por correo o internet.

· Reencender o tocar artefactos que fallaron o no encendieron.

· Hacer bromas con la pirotecnia

· Arrojar pirotecnia a otras personas o elementos fácilmente inflamables.

· Exponer los artefactos de pirotecnia a fuentes de calor.
· Almacenar de tal forma que queden al alcance de terceros.
· No ingresar a lugares o locales en donde se vea una excesiva acumulación de pirotecnia.

Se ha visto estadísticamente que más de la mitad de los niños lesionados estaban “ supervisados “ por un adulto y como dijimos no es necesario la manipulación directa de pirotecnia para lesionarse, ya que el 25 al 50% de los niños lesionados eran solo espectadores u observadores.

Existe clara evidencia que los países que tienen leyes estrictas y restrictivas en cuanto a su venta y uso logran una efectiva reducción de lesiones. En muchos países solo se permite el uso institucional o sea en eventos deportivos, artísticos, o sea en espectáculos públicos, siempre respetando un mínimo de distancia 30 – 50 metros del lugar de la detonación.

La adolescencia es una etapa difícil y crítica, ya que a cierta dosis de irreflexión y protagonismo, suele sumarse a veces la acción de bebidas alcohólicas que hacen más factible la generación de lesiones por franca disminución de los reflejos.

Por lo tanto ante cualquier situación de duda sobre aspectos de los riesgos, operatividad de la detonación, origen y lugar de venta del artefacto o ignorancia de sus riesgos potenciales, deben llevar a que los adultos se abstengan de su uso.

Es preferible el uso institucional de pirotecnia en espectáculos públicos a cargo de personas entrenadas.

El uso familiar SIEMPRE conlleva severos riesgos.

La mejor prevención es no usar pirotecnia y sobre todo no permitir el uso de pirotecnia a los niños.


Dr. Daniel R. Miranda

Pdte. Subcomisión Nacional de Prevención de Lesiones Sociedad Argentina de Pediatría Rector UMaza Rector UMaza

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