Adolescentes 14

Estimada comunidad universitaria:

Continuamos con alcohol y bebidas energizantes:

En nuestro país, según estimaciones, se consumen actualmente entre seis y ocho millones de unidades de energizantes por año, principalmente por los adolescentes. A los hospitales de todas las ciudades de nuestro territorio llegan cada vez más jóvenes con infartos, arritmias, crisis hipertensivas, y alteraciones cardíacas en general, que son propias de personas mayores, provocadas por el abuso del consumo de bebidas energizantes mezcladas con alcohol.

Según informe del área de Toxicología del Hospital Sor Ludovica de la ciudad de La Plata, advierte que el reporte estadístico, estas sustancias energizantes están presentes en más del 20% de las intoxicaciones alcohólicas agudas graves de los pacientes menores de 25 años. Esta situación puede llegar a ser más grave aún en un futuro próximo, ya que como sabemos estas bebidas se venden en kioscos, supermercados y cualquier negocio, sin restricciones de ninguna clase y a todo público cualquiera sea su edad.

La máxima concentración en la sangre de cafeína se alcanza entre los 30 a 45 minutos después de ingerirla. A las 3 horas ya se ha eliminado la mitad de lo que se absorbió y su efecto parece desaparecer. Esta rápida eliminación por aumento de la diuresis, lleva a deshidratación.

Muchos jóvenes consumen estas mezclas para estudiar durante la noche, los adultos suelen consumirlas cuando conducen grandes distancias, especialmente los que se desempeñan como choferes de autos de alquiler, transportes colectivos, camiones, etc.

El consumo mayor se da en boliches, donde los adolescentes y jóvenes las toman alternando con bebidas alcohólicas para aumentar su tolerancia, pues retrasan los efectos depresores del alcohol, ignorando que solo encubren los síntomas de la “borrachera”, no disminuyendo el severo efecto tóxico del alcohol. El resultado es un mayor consumo de alcohol, con efectos tóxicos potenciados. Suelen utilizarse también para no sentir el efecto  “resaca” del alcohol.

Los deportistas y los concurrentes a los gimnasios las consumen para aumentar su rendimiento.

Los efectos adversos que pueden originar son: acidez, insomnio, aumento de la tensión arterial, aumento de los niveles de glucemia en sangre, convulsiones, arritmias e incluso muerte súbita.

Es fundamental promover la diversión sana, sin sustancias que alteren el desarrollo integral de los niños y adolescentes. El consumo de bebidas energizantes entraña un riesgo en sí mismo por la conducta mágica que genera alrededor de una sustancia que “ nos ayuda a ser!!!”.

Continuaremos con: consumo de drogas y ¿Cómo tratar de ser una familiar preventiva?


Respetuoso saludo.



Dr. Daniel R. Miranda
Rector UMAZA

     2015: año del 55º aniversario UMaza


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